Si hay algo que el eneatipo 7 busca en la vida, es alegría, entusiasmo y estimulación.

Y si hay algo que evita a toda costa, es el mal rollo.

Por eso, cuando algo en su trabajo, en su relación o en su vida empieza a generar sensaciones negativas, es como si le diera alergia.

Ante estas situaciones, muchas personas eneatipo 7 prefieren no pensar en ello y mirar para otro lado.

Y el problema así no desaparece. Sólo crece.

Lo que empieza como una simple incomodidad, se convierte en frustración.

Lo que podría haberse solucionado con una conversación a tiempo, se transforma en una insatisfacción crónica.

Lo que parecía un problema menor, se va haciendo más y más grande…

… Hasta que el eneatipo 7 siente que no hay salida y la única opción es huir.

Y cuando un 7 huye, no lo hace poco a poco.

Lo que los demás perciben es que lo deja todo de golpe.

Relaciones que parece que terminan de un día para otro. Trabajos que abandona sin previo aviso. Proyectos que un día le emocionaban, al siguiente no los quiere ni ver.

Se le hacen bola.

El problema no es irse.

El problema es esperar demasiado antes de hacer algo. 

Si eres eneatipo 7, aquí va una clave esencial para ti:

No dejes que la bola de nieve crezca tanto que termine aplastándote. 

Si algo te incomoda, dilo.

Si algo te molesta, enfréntalo antes de que se haga demasiado grande.

Si una situación no te satisface, no la dejes pudrirse en silencio.

Expresar lo que sientes a tiempo no significa que todo vaya a salir perfecto, pero sí evitará que llegues al punto de ruptura en el que sientes que no queda otra opción más que huir.

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