Flechas del Eneagrama: significado y guía
En este artículo nos metemos de lleno en el tema de las flechas del Eneagrama, que son las líneas que están dentro del grafismo del Eneagrama. Es decir, las líneas que conectan los diferentes puntos entre sí.
Este tema es muy importante. ¿Por qué? Porque nos va a servir para dos cosas:
- Para identificar correctamente a los eneatipos.
- Para trabajar en nuestro desarrollo personal.
Qué son las flechas del Eneagrama
Como hemos comentado, las flechas del Eneagrama son esas lineas que internas que unen a los eneatipos entre sí.
Así tenemos: Eneatipo 1 unido al 4 y al 7 / Eneatipo 2 unido al 8 y al 4 / Eneatipo 3 unido al 6 y al 9 / Eneatipo 4 unido al 1 y al 2 / Eneatipo 5 unido al 7 y al 8 / Eneatipo 6 unido al 3 y al 9 / Eneatipo 7 unido al 5 y al 1 / Eneatipo 8 unido al 2 y al 5 / Eneatipo 9 unido al 3 y al 6
En esta imagen queda mucho más claro:
Estas flechas nos ayudan, por un lado a identificar bien a un eneatipo, ya que uno no solamente puede manifestar las conductas de su eneatipo, también muestra las conductas que tiene de ambas de sus flechas.
Por otro lado, las flechas nos ayudan a trabajar en nuestro desarrollo personal.
Es decir, que si tú quieres mejorar tu vida, mejorar tus relaciones y quieres utilizar el Eneagrama como un mapa de resolución de problemas, tienes que fijarte en si las flechas están funcionando adaptativa o desadaptativamente en tu vida.
Por ejemplo, imagina que fueras un eneatipo 9, tanto para identificar tu eneatipo como para trabajar en tu desarrollo personal, tendrás que fijarte en los aspectos del 9, pero también en los del eneatipo 3 y los del eneatipo 6.
Un 9 que generalmente busca la armonía (9), también buscará en otros momentos la seguridad (6) y también dentro de su ser habrá ganas de destacar y de evolucionar (3).
Aunque es bastante habitual encontrar a eneatipos 9 que tienen la parte del eneatipo 3 muy escondida.
¿Esto significa que a veces soy un eneatipo 9, a veces un 3 y aveces un 6? La respuesta es no.
Lo que hay de fondo de tus conductas, de tus pensamientos y de tus emociones, es tu eneatipo principal (y no tus flechas).
El eneatipo es la estructura neurológica fundamental que mueve tus canales perceptivos, mueve tu atención y tu motivación, es decir, la búsqueda de tus deseos.
En tu eneatipo dominante están tus mayores miedos, están tus mayores talentos, tus mayores virtudes, tus limitaciones y tus áreas de mejora.
Pero no por ello tenemos que descuidar las flechas. Por eso este es un apartado muy importante. Trabajar con las fechas también es fundamental.
Dinámica de las flechas del Eneagrama
Una de las teorías sobre la dinámica de las flechas es que éstas están al servicio de la consecución del deseo básico de nuestro eneatipo dominante.
Por ejemplo, en mi caso mi eneatipo dominante es el 6. Yo quiero sentirme seguro, quiero tener certeza, confianza, pero, claro, ¿cómo consigo la confianza y la certeza?
No puedo quedarme en casa, en un espacio seguro y resguardado toda la vida. Es absurdo, ¿verdad? Al final un 6 descubre que en la vida se tiene que abrir paso hacia adelante, tiene que moverse, arriesgarse, experimentar.
Entonces, lo que hace el eneatipo 6 es activar su flecha al eneatipo 3 para avanzar, progresar y destaca.
¿Por qué? Porque si uno evoluciona en la vida, si uno supera los exámenes cuando es estudiante, si laboralmente avanzas… Pues lo que obtendrás es más seguridad, el objetivo del 6.
O sea, si tú eres un eneatipo 9, habrás sentido muchas veces que te apoyas en el eneatipo 6 o te apoyas en el eneatipo 3. ¿Para qué? Para conseguir tu armonía.
O si eres un eneatipo 1, muchas veces te apoyarás también en el eneatipo 7, porque habrás sentido que la perfección no está solamente en la rutina, la perfección también está en la alegría, en la estimulación.
O si eres un eneatipo 2, te habrás dado cuenta que también es importante ser fuerte y abrirse camino en la vida.
O si eres un eneatipo 4, pues te habrás dado cuenta de que no todo en la vida soy «yo, yo, yo y mi circunstancia», sino que también es importante tener relaciones profundas con los demás. Es decir, te habrás ido al eneatipo 2. Es decir, valoras tu flecha.
Si eres un eneatipo 5, también valorarás tu punto de eneatipo 7 y tu punto de eneatipo 8.
De hecho, muchos eneatipos 5 dicen «oye, yo no puedo estar todo el día metido aquí en casa sin más»… Quieren descubrir el mundo, quieren descubrir cosas nuevas. Es decir, se van al eneatipo 7.
Y el eneatipo 7 también llega a un punto en el que no solamente puede estar él libre haciendo sus cosas, también se da cuenta de que tiene que ser responsable, que tiene que ser una persona racional, que tiene que ser una persona organizada, como el eneatipo 1.
Y también los eneatipo 8 se dan cuenta de que no todo en la vida es poder, es control. También muchos eneatipos 8 aprenden a dejar espacio, a dejar libertad a los demás. También muchos 8 se dan cuenta de que tienen que distanciarse, que no pueden estar siempre al mando de las situaciones, que tienen que soltar. Y eso es irse al eneatipo 5.
Es decir, que no solamente nuestro eneatipo es lo más dominante, pero muchas veces pensamos que para poder lograr el deseo básico de nuestro eneatipo nos tenemos que apoyar en la flecha.
La teoria del por qué de las flechas en el Eneagrama
Una forma de explicar el funcionamiento del eneatipo es como un patrón neuronal, como un patrón neurológico, como una estructura cognitiva, emocional y conductual.
Es una estructura neuronal que hace que pensemos, que sintamos y que actuemos de una forma determinada.
Pero claro, la neurociencia ha descubierto que el funcionamiento del cerebro tiene una estructura semirrígida.
Es decir, que estos patrones se vuelven rígidos con el paso del tiempo con el objetivo de ayudarnos a funcionar. Se crean unas estructuras para ayudarnos a funcionar mejor.
Pero esas estructuras que se vuelven estables no son 100% rígidas. Es decir, en ciertos momentos nos salimos de nuestro bucle y cogemos otros canales secundarios.
Estas vías secundarias de pensar, de sentir, es lo que podemos denominar las flechas.
Así pues, tenemos un patrón neuronal dominante y vamos a tener otros secundarios. Momentáneamente, mientras estamos nosotros en nuestro patrón, va a haber momentos en los que el flujo se corta y coge otro afluente.
Es como el río, en vez de seguir su curso normal, coge otro afluente y cambia de dirección momentáneamente y entra en otro bucle particular.
Aplicaciones prácticas de las flechas del Eneagrama
En resumen, lo más útil de las flechas no es saberse el dibujo de memoria, sino aprender a observar cuándo y cómo las usamos.
Darnos cuenta de si nos estamos yendo a nuestras flechas de forma adaptativa (para avanzar, equilibrarnos y resolver mejor las cosas) o de forma desadaptativa (para huir, bloquearnos o complicarnos la vida).
Cuanta más conciencia tengamos de este movimiento, más podremos regularlo: apoyarnos en las flechas cuando nos ayudan y frenar cuando vemos que nos desvían de lo que de verdad queremos.
De eso se trata al final: de usar las flechas para mantener nuestra personalidad lo más equilibrada posible y poder dar nuestra mejor versión en el día a día.




