Los eneatipos 8 son conocidos por su fortaleza y por ese impulso tan característico de luchar contra las injusticias.

En un mundo lleno de desigualdades, los 8 suelen ser los primeros en ponerse de pie y defender al débil, al desprotegido, o a quienes consideran que han sido tratados injustamente.

Y eso es admirable.

La nobleza del 8 es un rasgo que lo hace grande, y cuando actúa desde ese lugar de generosidad y valentía, inspira a los demás a ser mejores.

Sin embargo, no todo el que parece débil lo es, y no todas las causas son tan justas como aparentan.

Aquí es donde aparece la trampa: luchar por causas o personas que no lo merecen.

¿Cuántas veces un 8 ha dado su tiempo, su energía e incluso su dinero por defender a alguien que, con el tiempo, demostró no ser tan inocente o tan necesitado como parecía?

¿O ha peleado con todas sus fuerzas por una causa que resultó ser una pérdida de tiempo?

Esto no significa que debas apagar tu fuego, querido 8. Al contrario.

Significa que tu fuerza debe usarse con inteligencia.

No todas las batallas valen tu esfuerzo, ni todas las personas merecen que les entregues tu vida.

Elegir tus batallas sabiamente no te hace menos valiente, te hace más poderoso.

Porque cuando diriges tu energía hacia las luchas que realmente importan, marcas una diferencia real y evitas agotarte en causas que no llevan a ningún lado.

Un acto noble es aquel que surge del amor, de la compasión y de un propósito claro.

No de la impulsividad, la rabia o la necesidad de demostrar fortaleza.

Recuerda estos tres puntos:

• La verdadera fortaleza incluye moderación, reflexión y elección consciente.
  
  
• No todas las luchas construyen.
  
  
• La vulnerabilidad también es fortaleza.

Si quieres aprender Eneagrama en mi escuela, apúntatel a la formación de Experto en Eneagrama.