La clave del éxito es la energía. Y la energía, biológica y eneagrámicamente hablando, proviene del instinto sexual.

Sin energía los coches no funcionan, sin energía los cuerpos de los animales no generan sus procesos biológicos, sin energía los atletas no terminan los maratones, sin energía los parados no encuentran trabajo, sin energía no se ganan los partidos de fútbol, sin energía no se gana dinero, sin energía los vendedores no venden a sus clientes, sin energía los hombres de Cromañón no cazaban mamuts, sin energía los estudiantes no aprueban sus exámenes, sin energía los oradores no transmiten sus ideas, sin energía no se enamora a nadie, sin energía no se hacen hijos, sin energía no se tienen ganas ni de levantarse de la cama.

Sin energía vivimos como muertos. La energía es la fuente de la que emana la fuerza, el entusiasmo y la intensidad a la hora de pasar a la acción y hacer las cosas sucedan.

Si se quiere lograr algo se debe primero generar energía, y para ello hay que hacer las cosas con intensidad, echándole ganas, fuerza, potencia y vitalidad. La única manera que las cosas sucedan es poniéndose a trabajar en ello intensamente. Para lograr un objetivo hay que pasar a la acción con un cierto nivel de intensidad, ya que esta intensidad aporta foco, concentración y precisión.

¿Cómo se aprueban los exámenes en el colegio o la Universidad? ¿estudiando sin ganas, perezosamente y a lo pachorra? pues no. La única manera de aprobar exámenes difíciles es poniéndose a estudiar con intensidad, hincando los codos y echándole coraje al asunto.

¿Cómo un orador convence a su público? Transmitiendo con intensidad. Para convencer al público y mantenerlo interesado, un orador tiene que tener más energía que todas las personas de la sala.

¿Y de dónde sale esta intensidad, esta energía, esta motivación?

Desde la perspectiva de la biología y la etología, el origen la energía vital, el entusiasmo, la ambición positiva, la motivación por el desarrollo propio, la autopromoción, las ganas de influenciar a los demás con tus ideas o carisma, la pasión por lograr objetivos y las ganas de vivir plenamente está en el instinto sexual, – también llamado instinto “transmisor” por Mario Sikora-.

Tal y como vimos en el anterior artículo, existen 3 grandes instintos en los animales y en los seres humanos: instinto social, conservación y sexual/transmisor. Los instintos son los impulsos biológicos que hacen posible la vida y la evolución de las especies. Y lo curioso en los seres humanos es que cada uno de nosotros tenemos uno de esos instintos más desarrollados. Es decir, que hay personas que son sociales porque tienen el instinto social más desarrollado, otras son conservación porque este es su instinto dominante, y las personas transmisoras lo son porque su tendencia instintiva principal es la sexual.

Pero conocer los instintos no sólo es útil desde el punto de vista de la curiosidad científica, sino sobre todo desde la perspectiva del desarrollo personal: conocer cómo hacer funcionar bien nuestros instintos nos ayuda a la felicidad y el éxito en la vida. Por ejemplo, conocer tu tipo instintivo puede ayudarte a saber qué áreas de tu vida están sin potenciar, y también reconocer cuáles son tus fortalezas.

El poder del instinto sexual / transmisor

¿Y qué es el instinto sexual /transmisor? Es el instinto que nos da la energía necesaria para impulsarnos, para transmitir una parte de nosotros mismos al mundo. Este impulso interno que nos da energía y potencia para evolucionar, crecer, expandirnos y lograr nuestros objetivos de vida. Es la fuerza que nos anima a hacer que las cosas sucedan y nos sintamos pletóricos cuando avanzamos en la vida.

A mi me gusta explicar esta teoría desde la propia biología: el instinto sexual viene de las gónadas (testículos y ovarios). Las gónadas aportan las hormonas que estimulan el organismo y lo llenan de energía. De hecho, las personas que sufren trastornos hormonales generalmente sufren caídas de vitalidad, entusiasmo, fuerza física y desequilibrio emocional. Por el contrario, las personas muy “hormonadas” utilizan esta energía extra para lograr múltiples objetivos: desde montar empresas, ganar dinero , convencer a los demás de sus ideas, tener reconocimiento público, ganar partidos de tenis o buscar pareja.

¿Qué les ocurre a los toros que les castran? Se vuelven mansos y pasotas. Un toro castrado ya no es bravo: ya no quiere pegarse con el torero, ya no va a luchar por su vaca, ya no va a proteger su territorio ¿Y a los perros que les castran? Se vuelven tranquilos y apacibles, obedientes, menos espontáneos y jugetones. Además, al carecer de hormonas sexuales envejecen más pronto y pierden vigorosidad (masa muscular y ósea).

El instinto sexual, como puedes ver, no se reduce sólo a “tener sexo”. El concepto es mucho más amplio. Mario Sikora lo explica muy bien denominándolo “transmisor”, porque si estudiamos a las personas de tipo sexual, vemos que se pasan el día “transmitiendo”. Y hay muchas maneras de transmitir: convencer a los demás de tus ideas, dejar un legado a través de tu trabajo, mostrar tus habilidades en público, vestir con colores llamativos, vender tus productos o servicios a tus clientes, mostrar tu vida en redes sociales, subir fotos de tu cuerpo vigoroso y sexy al Facebook, ligotear en el gimnasio, etc.

¿Para qué sirve el instinto sexual /transmisor?

¿Es posible enamorar a alguien sin energía?
¿Es posible sacarse una carrera universitaria sin estudiar con intensidad?
¿Es posible que salgan adelante los proyectos empresariales sin echarle ganas?

Pues sin energía, sin la fuerza del instinto transmisor, es muy difícil lograr las metas que nos proponemos en la vida. Si quieres lograr algo importante, debes generar el “combustible sexual / transmisor” necesario para conseguirlo. Nada grande se ha logrado sin entusiasmo, decía Ralph Waldo Emerson.

Por ejemplo, encontrar trabajo requiere tener energía interna y ambición por salir adelante. Las personas que pasan mucho tiempo en paro están desganadas, sin energía, sin ánimo; es como si su instinto sexual / transmisor se hubiera apagado: se quedan sin pasión por superarse, pierden las ganas de salir a la calle y comerse el mundo.

El famoso emprendedor inglés Sir Richard Brandson es un claro ejemplo del tipo sexual / transmisor. En todas las entrevistas que le hacen siempre dice frases típicas de lo mejor del instinto sexual: “sólo quiero vivir de forma plena”, “me levanto por la mañana con ganas de aventura”, “necesito sentirme vivo y que las cosas sucedan”, “quiero divertirme mientras logro lo que quiero” “deseo hacer un buen trabajo para sentirme bien y contribuir al mundo con mi esfuerzo”

En su biografía, se ve claramente cómo gracias a su instinto sexual / transmisor logró lanzar adelante sus empresas: “transmitiendo” su imagen y carisma personal para promocionar su empresa, “transmitiendo” constantemente el espíritu entusiasta de sus proyectos a sus empleados y clientes, “convenciendo” con sus creencias sobre la vida e idea de negocio, “llamando la atención” para “promocionarse” con campañas de publicidad atractivas, modernas, sexys, impactantes e inteligentes.

Si no fuera por su instinto transmisor, Sir Richard Brandson nunca hubiera tenido el éxito que han conseguido sus empresas. Además, al tener este instinto tan desarrollado, constantemente vive al 100% de energía, entusiasmado y con ganas de seguir creciendo y aportando cosas nuevas al mundo.

¿Cómo potenciar el instinto transmisor?

En una entrevista le preguntaron a Sir Richard Brandson a qué atribuía el secreto de su éxito y su alta productividad, y él contestó: hacer ejercicio todos los días (Work out). Comentaba que la única manera de conseguir la energía necesaria para estar todo el día motivado al 100% y con el poder necesario para sacar adelante las duras jornadas laborales era entrenándose a primera hora de la mañana. Richard comenta que se levanta todos los días a las 6 de la mañana a correr y hacer pesas en su gimnasio, lo cual es algo bastante impactante para alguien que está en la década de los 60. Mantenerse en forma aporta la potencia necesaria para incrementar los niveles de energía física, desembotar el cerebro, obtener mayor claridad mental, tener más capacidad de concentración y de productividad.

Para poder escribir este artículo, esta mañana al levantarme me senté en mi ordenador a empezar a escribir. Pero mi mente estaba embotada y todavía me sentía medio dormido. Después de estar 15 minutos intentando escribir algo coherente me reí y me dije a mi mismo: ¡tiene gracia que me ponga a escribir sobe el instinto transmisor sin pasión! Así pues, cogí mi ropa deportiva, salí a la calle y me fui a dar una carrera de media hora intensa. Cuando volví a mi ordenador me sentía recargado, espabilado y activo, con la mente más centrada. Y del tirón escribí este artículo.

El señor Richard Brandson aporta una idea importantísima desde el punto de vista biológico: ¿estás sin energía? ¿sientes que te falta fuerza y motivación para lograr tus objetivos? ¿te encuentras perezoso y medio deprimido? ¿sientes que vas a cámara lenta y te cuesta sacar tus proyectos adelante? ¿tienes que transmitir tus ideas? ¿vender productos o servicios a tus clientes? ¿motivar o liderar un equipo? pues para lograr cualquier objetivo que requiera energía, fuerza e intensidad, es necesario “entrenar” el instinto sexual / transmisor. Y una de las mejores maneras de generar esa energía extra es haciendo deporte.

Según la teoría de los instintos del Eneagrama, tal y como la explican Isabel Salama y Mario Sikora, para tener bien el instinto sexual / transmisor es necesario tener bien nuestro instinto de conservación. Es decir, que si quieres tener suficiente energía para lograr tus metas y objetivos, es necesario cuidarte físicamente. Y a demás del consejo deportivo de Richard Brandson, hemos de recordar el consejo de las madres: hay que dormir bien y comer bien.

En un estudio de psicología que se hizo a diversos emprendedores y profesionales de éxito, se llegó a estas sencillas conclusiones: la mayoría se acostaba pronto por la noche, se levantaba pronto por la mañana y hacía ejercicio casi todos los días.

¿Estás en el paro y necesitas energía extra para buscar trabajo? ¿eres empresario y tienes que lanzar tu empresa hacia delante? ¿eres vendedor y necesitas conseguir más clientes? ¿eres un comunicador y tienes que dar ponencias, clases o conferencias? ¿estás buscando pareja pero estás desanimado/a? Pues lo primero cuida de tu instinto de conservación (sueño, comida y deporte) para que recargues tu instinto sexual y tengas la potencia necesaria para lograr tus objetivos y transmitir tus ideas, talentos, inteligencia y carisma al mundo.


Bibliografía recomendada:
Biografías de Sir Richard Brandson