Tu eneatipo no te determina
Con el Eneagrama ayudamos a la persona a que se conozca para que, primero de todo, se acepte como es.
Pero ¿qué es la aceptación?
Los antiguos griegos estoicos decían que la clave para ser feliz es saber distinguir qué cosas están bajo nuestro control y qué cosas no están bajo nuestro control.
¿Cuál es uno de los grandes beneficios de ayudar a nuestros pacientes a conocerse con el Eneagrama? Darles un diagnóstico.
Es decir, decirles exactamente qué pueden cambiar y qué no.
De esto hablo en este video en mi canal de YouTube.
En terapia con Eneagrama hacemos lo mismo que cuando un paciente va al médico. El paciente está estresado porque no sabe lo qué le ocurre y quiere que el médico le de un diagnóstico. Ese diagnóstico ya le da tranquilidad, por que por lo menos ya sabemos lo que le pasa a la persona.
La mayor parte de las personas que acuden a terapia, no tienen un trastorno mental
El problema que veo con la psicoterapia tradicional es que la mayor parte de las personas que van a sesión no tienen trastorno, simplemente tienen un desequilibrio en su vida, o en algún aspecto de su personalidad que les han llevado al extremo. Y eso les hace daño y les crea esos desajustes.
En las facultades de psicología no te enseñan a diagnosticar la personalidad dentro de la normalidad, dentro de lo que son parámetros normales.
Y el Eneagrama es un sistema extraordinario que te ayuda a identificar tipos de personalidad y cómo cada tipo se excede, se retrae o se expande según su forma de ser.
Sabiendo de Eneagrama podemos ayudar a la persona diciéndole:
“Mira, no eres raro, eres un 6, eres un 4, eres un 7. Y te pasa esto porque vas de un lado para otro en este rango de personalidad, etc”.
Eso le ayuda a la gente a aceptarse, a no pensar que está loco, a no pensar que es raro. Lo que te ocurre a ti también le ocurre a muchas personas que tienen tu tipo de personalidad.
Obviamente lo primero es identificar que esta persona está dentro de la normalidad y no tiene un trastorno. Porque si lo tiene tendría que ser derivada a un especialista, ya que necesitan un apoyo médico.
Pero la realidad es que la mayor parte de la gente que viene a psicoterapia viene por temas de desarrollo personal.
Tienen problemas, bloqueos en su vida y quieren mejorar, quieren saber cómo superar una dependencia emocional, superar esa sensación que tienen de sentirse solos o los problemas que tienen de relación, o la desorientación que tienen de vida, o la sensación de falta de propósito, vacío existencial, sensación de sentirse inseguros, problemas con los enfados, la rabia, pensamientos obsesivos…
Pero esto no quiere decir que toda esa gente esté enferma.
Aceptar el condicionamiento
Entonces, lo primero de todo es ayudar a la persona a conocerse, a que entienda qué le pasa, y eso le va a ayudar a aliviarse porque se va a empezar a aceptar y va a saber qué es lo que no puede controlar y qué es lo que sí puede controlar.
La personalidad, nuestro eneatipo, es algo que no podemos cambiar.
Eres un 1, eres un 7, eres un 4… has nacido así, te has desarrollado así y no va a cambiar en la vida. Evolucionar, sí, de forma positiva o negativa.
Entonces, ¿cuál es la clave? La clave es aprender a navegar con nuestro eneatipo, a saber utilizarlo. Pero, claro, primero tienes que aceptar su condicionamiento.
—“Alberto, pero es que a mí no me gusta esto de las etiquetas porque son deterministas”.
—No, no estamos hablando de determinismo, estamos hablando de condicionamiento. Tu personalidad, tu eneatipo, te condiciona.
Te condiciona muchísimo en tu vida. Y eso hay que aceptarlo, hay que entenderlo, que nuestro eneatipo es una mezcla de nuestra biología con nuestra psicología, que al final hace que tengamos una forma de pensar, de actuar y de ver el mundo.
Pero tenemos que aceptar que tenemos un eneatipo, que tenemos una personalidad y que eso tiene sus limitaciones y sus defectos de serie.
Al igual que tiene características muy positivas, talentos extraordinarios, habilidades geniales y grandes dones que te ha dado la naturaleza.
Así que tener un eneatipo no es algo que tenga que ser malo, es la estructura cognitiva que hemos ido creando desde niños para adaptarnos al mundo.
Eso lo tenemos que aceptar y entender que es muy condicionante, pero no es completamente determinante.
Tu eneatipo no te determina
Esa es la buena noticia: tu eneatipo te condiciona, pero no te determina completamente.
La labor de los terapeutas de Eneagrama es ayudar a nuestro paciente a entender que su eneatipo es su eneatipo y que tiene que comprender cómo eso te sesga en la vida, cómo te condiciona, cómo te mueve, y aprender a manejarlo, a liderarlo, a navegar con tu eneatipo.
Alguna vez me dicen: «Alberto, ¿pero tú no te da palo decir que eres un 6? Cuando dices que eres un 6, ¿a ti no te da vergüenza?»
Y les digo: “No, para nada»
Y me contestan: «Es que como dicen que los 6 son paranoicos, están locos, temerosos, acojonados…»
Efectivamente he tenido momentos así. También estoy contento por haber superado muchos miedos y muchas paranoias. Y la verdad es que, entendiendo al eneatipo 6, no me considero un tipo especialmente fóbico.
Sí que tengo mis rarezas, mis paranoias, mis cosas, pero las he ido gestionando lo mejor que he podido y las he ido transformando cuando he ido cogiendo confianza, seguridad y certeza.
Entonces ¡claro que puedes mejorar muchísimo aprendiendo a gestionar, desarrollarte con tu eneatipo y a sacar lo mejor que tiene tu eneatipo!
En el caso del eneatipo 6 no es que todos sean paranoicos y estén locos o rayados. El problema del eneatipo 6 es que se enfrentan a la inseguridad, a la incerteza. Y la clave para trabajar con un 6 va a ser siempre trabajar desde sus desconfianzas, sus inseguridades y sus incertezas, e ir poco a poco transformándolas en lo contrario: en certezas, en tener más claridad mental, en coger confianza en sus capacidades, en coger confianza en cómo son fieles a sus valores y los cumplen, y cogen fuerza en ese sentido.
Entonces es verdad que los 6 pueden transformarse de ser individuos muy inseguros y hasta paranoicos a convertirse en tipos muy seguros, muy confiables, muy sólidos, personas que tienen un sentido común y una forma de lanzarse y de tomar decisiones muy inteligente y muy sabia.
Así que cualquier eneatipo maduro, bien trabajado, entrenado, consciente, saca lo mejor de sí.
La buena noticia es esa: que hay un gran margen de mejora.