Las varitas mágicas no existen… ¡pero la tecnología sí!

“Toda tecnología lo suficientemente evolucionada, en sus efectos es indistinguible de la magia” decía Arthur C. Clarke

Vamos a ver cómo funciona la tecnología del pensamiento estratégico en un modelo de resolución de problemas.

Esta es una de las técnicas que utilizo cuando ayudo a mis clientes a resolver sus problemas y conseguir sus objetivos. Se trata de un eficaz modelo que he ido adaptando a mi experiencia terapéutica y de coaching de equipos. A la hora de hacer el modelo me he inspirado fundamentalmente en los investigadores de la Mental Research Institute de Palo Alto, California (Giorgio Nardone, Paul Watzlawick…) y Edward de Bono.

Paso 1: COMPRENDER EL ESTADO PRESENTE (E.P.)
– TÉCNICA: DEFINIR Y REDEFINIR EL PROBLEMA HASTA ACLARARLO

Paso 2: ACLARAR EL ESTADO DESEADO (E.D.)
– TÉCNICA: DEFINIR EL OBJETIVO DE FORMA AMPLIA O ESPECÍFICA

Paso 3: EVALUAR LAS SOLUCIONES INTENTADAS
– TÉCNICA: BUSCAR EXCEPCIONES

Paso 4: CONTRASTAR MENTALMENTE LO QUE QUEREMOS Y NO QUEREMOS
– TÉCNICA DE CÓMO EMPEORAR: IMAGINAR EL PEOR ESCENARIO
– TÉCNICA DEL SUEÑO IDEAL: IMAGINAR EL MEJOR ESCENARIO

PASO 5: OPERACIONES
– TÉCNICA DEL ESCALADOR: EMPEZAR A PLANIFICAR POR EL FINAL
– TÁCTICA PEQUEÑOS PASOS: DISEÑAR CADA PEQUEÑO PASO
– TÉCNICA “MODELADO ECOLÓGICO DE LA EXCELENCIA”

PASO 6: PASAR A LA ACCIÓN
– TÉCNICA MANTENER LA ATENCIÓN EN EL CAMBIO CON RECORDATORIOS

PASO 7: FEEDBACK, EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO 
– TÉCNICA CORREGIR EL TIRO PROGRESIVAMENTE

Si los pasos de este método se realizan correctamente, los resultados pueden ser extraordinarios.

¿Y por qué usar una tecnología, un sistema o un método para pensar?
Porque los métodos nos ayudan a “dirigir la atención”

Y como en aquello en lo que te enfocas se expande, este método te ayudará a que enfoques tu atención en diferentes aspectos de tu problema para que descubras nuevas perspectivas del mismo.

El que prueba sabe y el que no prueba no sabe, así pues, ¡Vamos a por ello!

Para sacar el máximo provecho a la técnica, te animo a pensar en un problema cualquiera, personal o profesional, mientras vas leyendo los 7 pasos.

¿Ya has pensado en tu problema? Coge una hoja de papel y ponte a escribir…

Paso 1: ACLARAR EL ESTADO PRESENTE (E.P.)

El primer paso para resolver cualquier problema o pensar en cualquier objetivo es aclarar cuál es nuestro Estado Presente (en adelante E.P.), es decir, saber qué es lo que está pasando y cómo funciona el problema
Si estuvieras en mi consulta planteándome un problema, lo primero que haría sería sondear tu situación actual, para analizar en qué consiste realmente tu problema.
Empezaría a hacerte preguntas para sondear la situación: quién está implicado en el problema, cuándo sucede, en qué situaciones, dónde se produce, en qué lugares aparece y dónde no aparece, cómo funciona, desde cuándo empezó todo…

TÉCNICA: DEFINIR Y REDEFINIR EL PROBLEMA HASTA ACLARARLO

A continuación te pediría que definieses tu situación. Y que la volvieras a “redefinir”.
Te pediría que dieras diferentes definiciones para ver el problema desde perspectivas diferentes.
Por último, te pediría que lo resumieras en un titular, en una sola frase y con una sola imagen.

Ahora, escribe la definición de tu problema.
– Vuelve a redefinir el problema desde al menos 3 perspectivas diferentes.

Explicación de la técnica:

Aclarar dónde estamos y cuál es la situación actual del problema no es tan fácil como parece. De hecho, la mayoría de nuestros “más de lo mismo” se deben a que no tenemos ni idea de cómo funcionan nuestros problemas; por eso no cambiamos nada y una y otra vez vuelven a repetirse.

La frase “La gente no cambia” sólo es verdad cuando la gente no sabe qué es lo que exactamente tiene que cambiar. Por eso es tan importante definir con exactitud qué es lo que sucede y entender cómo es «el funcionamiento» del problema.

El «funcionamiento de un problema» son aquellos factores que están manteniendo el problema. Necesitamos definir bien el problema para que en pocas palabras podamos entender las características de su funcionamiento. ¡La magia es conseguir definir un problema complicado de manera simple!

Muchas veces se dice que la buena definición de un problema supone el 50% de la solución. El buen diagnóstico de una enfermedad hace mucho más posible su curación. Y ante problemas complicados, soluciones «aparentemente» simples.

Conclusión: definir concretamente el problema y su funcionamiento es lo más importante para poder empezar a resolverlo.

Si queremos cambiar algo tenemos que esforzarnos por lograr hacernos una imagen concreta y muy clara de la situación para poder entenderla. Necesitamos hacer un “mapa mental” de entorno del problema para saber cómo navegar por él.

La dispersión es nuestro gran enemigo a la hora de pensar con eficacia. Por este motivo es muy útil utilizar un método de pensamiento: nos ayuda a “obligar” a nuestra mente a seguir un camino riguroso para no dispersarnos ni ser víctimas de nuestros propios autoengaños.

Tenemos que “protegernos de nosotros mismos”, igual que hizo Ulises atándose al mástil del barco para no caer en el canto de las sirenas. Tenemos que protegernos de la tendencia a dar por hecho que entendemos el problema y su funcionamiento. Nuestras sirenas son la dispersión de la atención y el autoengaño a la hora de tratar con los problemas. El mástil al que debemos atarnos tiene que ser un eficaz método de pensamiento polifásico (por fases). Igual que existe el método científico, nosotros tenemos que utilizar un método de pensamiento.

La clave para dar bien el primer paso es “redefinir repetitivamente las características del problema” hasta que hayamos explorado todos ángulos posibles desde los que puede ser visto.

Esta paradójica situación adaptado de un cuento de Nasrudín muestra el primer error del pensamiento humano: Estás andando por la calle y ves a tu amigo Pepe que está en frente de su casa agachado debajo de una farola. Te acercas a él y le preguntas:
– ¿Qué pasa Pepe?
Y él te responde: – ¡Estoy muy ocupado porque llevo ya una hora buscando mis llaves de casa debajo de la luz de esa farola!
Tú te agachas para ayudar a tu amigo Pepe a buscar las llaves, y, después de un rato buscando sin éxito, te paras, le miras, y le preguntas: – Oye Pepe, ¿pero tú sabes dónde dejaste por última vez las llaves? ¿Estás seguro de que perdiste las llaves exactamente aquí?
Y tú atónito te quedas escuchando su respuesta: – No, la verdad es que las perdí por el otro lado de la casa, pero allí está demasiado oscuro para buscarlas… ¡y al menos aquí tenemos la luz de la farola!

Incluso las personas más inteligentes se saltan esta 1ª fase de pensamiento porque la consideran obvia.

A esto se le llama «la trampa de la inteligencia»: las personas inteligentes confían tanto en su potente capacidad lógica de procesamiento de la información que se saltan la primera fase de cuestionarse; dejan de reflexionar si sus percepciones son correctas y si las premisas de las que parten valen para resolver el problema.

Pero las personas sabias y humildes saben que nadie es omnisciente; todos nos podemos equivocar a la hora de creer que entendemos el problema que tenemos entre manos.
Nuestros canales de percepción filtran la información del exterior distorsionándola, generalizándola y omitiendo parte de ella. Por este motivo es tan importante cuestionarse a uno mismo si nuestra forma de ver la realidad es la realidad.

Moraleja: No hay que dar nada por supuesto, ¡hay que preguntar para aclarar la comunicación!

Paso 2: ACLARAR EL ESTADO DESEADO (E.D.)

Una vez que hemos aclarado y definido nuestra situación o problema, el paso siguiente es «Aclarar el Estado Deseado», es decir, aclarar nuestro objetivo: qué es lo que queremos conseguir.
En este punto de nuestra sesión de coaching te preguntaría: Bien, una vez que hemos definido el problema, ahora ¿qué es lo que quieres específicamente? ¿cuál es tu propósito, tu objetivo?

TÉCNICA: DEFINIR EL OBJETIVO DE FORMA AMPLIA O ESPECÍFICA

Para aclarar lo que queremos debemos dimensionarlo bien. Nuestro objetivo puede ser definido de forma amplia y general o de manera más específica.

Por ejemplo, si te propusieras un objetivo para mejorar tu salud física podrías definirlo de dos maneras diferentes:

1. De forma amplia y general: Quiero hacer deporte todas las semanas para sentirme mejor.
2. De forma específica: Voy a salir a correr todos los días 30 minutos por las mañanas de 07:00 a 07:30h

La neurociencia nos dice que existen una serie de condiciones para la buena formulación de objetivos:

1. Que el objetivo esté definido de forma clara y concreta. ¡Nada de andarse con ambigüedades a la hora de decir lo que quieres conseguir!
2. Siempre ha de estar formulado en positivo, nunca en negativo. Es decir, en vez de decir: – ¡No quiero engordar!, decir – ¡Quiero adelgazar!
3. Que pueda ser iniciado y mantenido por uno mismo: Que la responsabilidad de conseguir el objetivo sea sólo tuya y no dependa de terceras personas.
4. Que la definición y evaluación contengan elementos sensoriales basados en evidencias. Que puedas imaginarte con claridad el objetivo, que lo puedas sentir, ver y casi tocar cuando lo visualizas.
5. Que conserve la intención positiva del estado presente. Que en todo momento mantengas claro el propósito, acordándote de la situación desde la que partes.
6. Que sea ecológico y apropiado a las capacidades del sujeto. Que el objetivo sea “ecológico” y armónico para ti según tu personalidad. Es decir, tu objetivo podría ser “hacerte rico”, pero quizás el sobre esfuerzo en tiempo y energía que deberías hacer para lograr este propósito quizás no sea ni bueno ni sano para ti.
7. Que esté determinado en un tiempo real. Que el objetivo tenga fechas y plazos límite en la agenda. Nada de decir: – Esto lo haré algún día del próximo año…

Paso 3: EVALUAR LAS SOLUCIONES INTENTADAS

A continuación, te preguntaría:
– ¿qué has hecho hasta ahora para intentar resolver tu problema?

«Saber qué se ha hecho hasta ahora para intentar resolver una situación» es muy útil porque nos va a ayudar a saber cuál es el problema: ¡porque precisamente nuestros intentos fallidos de solución de un problema son el problema!

Por ejemplo, si tu problema fuera que estás en el paro y no encuentras trabajo, ante la pregunta – ¿qué has hecho hasta ahora para intentar resolver tu problema? tú podrías responder que «has intentado enviar más currículums por internet». Bien, ¡pues este sería el problema!: empeñarte en utilizar sólo una única vía de búsqueda de empleo. Esto es como el náufrago que decide tirar más botellas al mar con mensajes de rescate… sin pensar en otras alternativas para salir de la isla desierta.
Es decir, tenemos que aclarar y ser bien conscientes de las estrategias y conductas que no han funcionado hasta ahora.

TÉCNICA: BUSCAR EXCEPCIONES

Y el paso siguiente sería buscar bonitas excepciones: descubrir situaciones donde el problema no surgía.

Porque precisamente, estas situaciones de excepción nos ayudarán a encontrar patrones eficaces para la solución del problema. Como dice el Ying y el Yang, en todo lo bueno hay algo de malo y viceversa.

La pregunta sería: – ¿Ha habido algún momento donde el problema no surgía? 

Cogiendo el problema anterior del empleo, quizás responderías que una vez encontraste trabajo porque acudiste en persona a puerta fría a una empresa que te gustaba, y entregaste tu Currículum en mano al jefe.

¡Aquí tendríamos una estupenda excepción ante la fallida estrategia de limitarse a buscar empleo sólo por la vía online! Una vez sondeada esta bellísima excepción, podríamos volver a pensar en la estrategia que una vez tuvo éxito: salir a la calle e ir en persona a buscar trabajo.

Paso 4: CONTRASTAR MENTALMENTE LO QUE QUEREMOS Y NO QUEREMOS

Hay dos fuerzas que mueven a los seres humanos: el dolor y el placer. El miedo y el deseo. Y esta es la clave no sólo de la motivación, sino también de la activación neurológica para la creatividad.
En este punto, como coach, te plantearía imaginarte la mejor y la peor de las escenas posibles de cara a tu problema.

TÉCNICA DE CÓMO EMPEORAR: IMAGINAR EL PEOR ESCENARIO
La técnica de cómo empeorar, o también llamada “Post Mortem”, es una técnica muy utilizada para pensar estratégicamente, para ser más prudente a la hora de tomar decisiones, o incluso para ayudar a personas fóbicas a resolver sus miedos y ataques de pánico.

En este punto te preguntaría:

-Si tuvieras que empeorar la situación en vez de mejorarla, ¿cómo lo harías?
-¿Cuales son las estrategias y actitudes más eficaces que llevadas a cabo te garantizarían un fracaso seguro en la consecución de tu objetivo?
-¿Cómo podría darse la peor situación posible?
-¿Qué factores podrían llevarnos al desastre?

En este punto tenemos que plantearnos todas aquellas posibilidades desastrosas. ¿Por qué? por el funcionamiento de la lógica paradójica.
El cerebro necesita llegar a los extremos, a tocar fondo, para que se “salten los circuitos” y cambie el funcionamiento de los canales neurológicos de percepción y conducta.
Cuando el cerebro visualiza y vive las peores situaciones, automáticamente empiezan a surgir ideas creativas orientadas a la solución del problema.
Este mecanismo cerebral de visualizar y sentir las situaciones en su extremo, por extraño y paradójico que parezca, puede ser usado en nuestro beneficio de múltiples maneras.

Por ejemplo, si tuvieras que planificar tus vacaciones de verano en el caribe, sería muy útil que te plantearas:

– ¿Cómo podría garantizarme el fracaso en estas vacaciones?
– ¿Qué podría suceder para que mis vacaciones en el caribe sean un infierno?
– ¿Qué cosas específicas podrían pasar o podría hacer para que todo saliera mal?

Cuando pongo este ejemplo a mis alumnos en mis cursos, muchos de ellos dicen cosas como:
– ¡Reservar el viaje en época de huracanes en el caribe!
– ¡Olvidarnos los pasaportes en casa y perder el vuelo!
– ¡Coger una enfermedad tropical y no tener seguro médico de viaje!
– ¡Que me roben la cartera y la maleta y no tener documentación ni tarjetas de crédito!

Como puedes ver, al ponernos en lo peor, el cerebro automáticamente nos da ideas creativas para prever los problemas y responder de manera estratégica.

TÉCNICA DEL SUEÑO IDEAL: IMAGINAR EL MEJOR ESCENARIO
Una vez planteada la peor de las situaciones, ahora te preguntaría por lo contrario, por lo mejor que podría pasar.

– ¿Cómo sería la solución ideal a tu problema?
– ¿Cuál sería el mejor escenario que te gustaría que sucediera?
– ¿Cómo tendría que ser lo que quieres para sentirte totalmente satisfecho?
– ¿Qué tiene que suceder para que tu objetivo sea un éxito?

Aquí lo que hacemos es dejar volar la imaginación, sin límites.Esto es soñar. Soñar con lo mejor de lo mejor. Visualizar aquello que nos encantaría que sucediera.

Este punto es muy importante, porque el cerebro funciona por imágenes y conceptos. ¡Allí donde enfocas tu atención … el cerebro va a por ello!

¡Por eso los atletas de élite se visualizan en el podio, en lo más alto!

Esas visualizaciones de éxito les ayudan a motivarse, a perseverar y mantenerse enfocados en cómo mejorar su rendimiento para alcanzar la imagen ideal de su objetivo.

Mucha gente no consigue lo que quiere porque no sabe lo que quiere. ¡En esta fase de pensamiento tenemos que aclarar lo que queremos!

PASO 5: OPERACIONES

Una vez que tenemos claro dónde estamos, qué queremos y qué no queremos, ahora toca pensar en cómo ir a por el objetivo. Para realizar las operaciones, estrategias y procesos necesarios para alcanzar nuestro objetivo podemos hacer uso de muchas técnicas. Voy a explicar 3 famosas técnicas que suelo utilizar con mis clientes y con mis alumnos a la hora de pensar en cómo alcanzar un objetivo.

TÉCNICA DEL ESCALADOR: EMPEZAR A PLANIFICAR POR EL FINAL

Esta técnica la explica Giorgio Nardone muy bien en su libro «Problem Solving Estratégico». También habla de ella Edward de Bono en su libro “Manual de la Sabiduría”

La técnica consiste en «pensar por el final”. Generalmente nuestra forma de planificar es de principio a fin. Pues bien, está demostrado que muchas veces es más fácil empezar a hacer las cosas desde el final que empezar desde el principio.

Esta es una técnica mental que parece contraintuitiva, pero cuando vemos los resultados retrospectivamente nos damos cuenta de que es la manera más sencilla y rápida de hacer las cosas.

Por ejemplo, es más fácil que un escalador llegue a la cima de una montaña si previamente ha planificado la ruta empezando por la cúspide hacia abajo.

De igual manera, es mucho más fácil que un insecto subido a una hoja de un árbol llegue al suelo caminando por las ramas en dirección hacia abajo que si este insecto estuviera en la tierra y tuviera que subir hasta una hoja determinada en lo alto del árbol. De arriba abajo el camino es único. De abajo arriba el camino es mucho más difícil por las innumerables bifurcaciones.

Otro ejemplo más práctico lo vemos a la hora de estudiar y aprobar exámenes, es más fácil empezar a estudiar “por el final”. Es decir, para estudiar una asignatura es más fácil empezar estudiándola no por la primera hoja del libro, sino empezando a analizar las preguntas que ponen en los exámenes.

Para estudiar el carnet de conducir, lo más fácil es «empezar por el final” haciendo los tests, y luego ir buscando las respuestas de las preguntas en el manual. Empezar por el principio, por la primera hoja del libro, hace el estudio mucho más lento y tedioso.

TÁCTICA PEQUEÑOS PASOS: DISEÑAR CADA PEQUEÑO PASO

Una vez que hemos trazado la ruta de fin a principio ahora la subdividimos en micro-objetivos. Creamos hitos o puntos intermedios que fraccionan el camino a seguir. De esta manera conseguimos transformar un objetivo grande y difícil en una serie de pequeños objetivos mucho más sencillos de ir alcanzando.

¿Cómo se come un elefante? bocado a bocado

Construimos una secuencia de acciones para resolver un problema empezando desde el final, partiendo del cambio más pequeño y específico, y así vamos descendiendo poco a poco para llegar al principio donde estamos.

TÉCNICA DEL “MODELADO ECOLÓGICO DE LA EXCELENCIA”

Si no sabes hacer algo, busca alguien que te enseñe a hacerlo. La mejor manera de aprender es con un maestro que te enseñe. El modelado de la excelencia es buscar un buen modelo que te sirva como base para saber hacer una cosa.

Así pues, si no sabes hacer algo o conseguir una meta, busca a alguien que ya lo haya logrado, e intenta aprender de él preguntándole o observando sus estrategias.

Si quieres aprender a cocinar, necesitas aprender “modelos de excelencia” en la cocina: una tarde cocinando con tu abuela, un libro de recetas, un curso de cocina o un programa de televisión.

En la antigüedad los jóvenes aprendían oficios de los maestros. El joven que quería ser herrero, se ponía a trabajar con el Maestro herrero del pueblo, y aprendía sus destrezas y estrategias.

En la actualidad, con las universidades y escuelas, hemos perdido la forma natural de aprender a hacer cosas: practicar al lado de alguien que sabe hacerlas. Y esto es una pena, porque los jóvenes salen de los centros educativos con mucha teoría pero con poca práctica. Y sólo se aprende aquello que se pone en práctica.

El adjetivo “ecológico”, significa que el modelo que buscas tiene que ser ecológico para ti. No puedes imitar a alguien que no es de tu estilo de personalidad. Tienes que buscar modelos que sean armónicos a tu forma de ser.

PASO 6: PASAR A LA ACCIÓN

Estoy convencido de que el mayor impedimento que tienen las personas para lograr que las cosas sucedan es el olvido. La pereza es una forma de olvidarse de los objetivos personales. Nos olvidamos de lo que es realmente importante y no hacemos nada por actuar.

Cuando nos olvidamos de la importancia de hacer algo, perdemos energía. La atención requiere energía, sin energía no hay atención; y sin atención, no hay movimiento ni acción.

Muchos de nosotros nos hemos propuesto metas que no hemos alcanzado, por pereza u olvido. Por ejemplo, empezar una dieta, hacer deporte semanalmente o dejar de fumar. Empezamos un poco, nos costaba, lo fuimos dejando, y al final, lo enterramos en el olvido.

Sin embargo, nadie siente pereza para actuar cuando se encuentra en medio de un incendio. ¿Por qué? porque las llamas «encienden» la atención y la adrenalina de una forma explosiva.

Si queremos que las cosas sucedan tenemos que activar nuestra atención para mantenernos enfocados en el cambio que queremos realizar.

TÉCNICA: MANTENER LA ATENCIÓN EN EL CAMBIO CON RECORDATORIOS

¿Por qué los niños aprenden a hablar y a andar con tanta facilidad? Porque los niños siguen un proceso natural de aprendizaje basado en 3 factores: atención, imitación y repetición.

Mantener la atención puesta en el cambio que se quiere realizar es la clave del éxito. Un niño no debe “esforzarse” en acordarse que tiene que aprender a andar: está rodeado todo el día de personas adultas que andan. Por lo tanto, su atención está constantemente puesta en el objetivo de poder andar. Y para andar, lo que hace es imitar el movimiento de otras personas (“modelando la excelencia”) y repite constantemente hasta lograr coger la habilidad de andar.

Así pues, si queremos lograr un objetivo tenemos que mantener la atención sobre él en todo momento. Una buena manera de lograr objetivos es escribirlos sobre papel y tenerlos visibles.

La mejor técnica que he conocido para mantener la atención en el cambio que ese quiere dar es : llevar un papel en la cartera y leer el objetivo varias veces al día.

Si tu objetivo fuera mejorar tu salud haciendo deporte, podrías escribir tu meta de 2 maneras: de forma amplia o específica.

De forma amplia:¡Hacer deporte cada día para tener más energía!

De forma específica: ¡Salir a correr 30 minutos justo después de levantarme para empezar el día a lo grande!

El mero hecho de tenerlo escrito y recordarlo continuamente aumentará exponencialmente las posibilidades de llevarlo a cabo. Créeme, tener un objetivo por escrito y recordarlo varias veces al día hace que la magia funcione.

Esta es la diferencia que marca la diferencia: tener escrito el objetivo y leerlo unas 10 veces al día.

Y esta magia no es magia, es neurociencia. Está comprobado que podemos “reprogramar” nuestro cerebro para dirigir su atención hacia los cambios y los objetivos que deseamos conseguir.

Estas frases que en pocas palabras se evoca un propósito de cambio se denominan Autoafirmaciones.

El poder de las autoafirmaciones aumenta cuando son llevadas por escrito y recordadas varias veces al día.

Hablaremos más de cómo utilizar estas técnicas en los seminarios intensivos  ¡Deja de Rayarte! y Capitán de tu Destino.

PASO 7: FEEDBACK, EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO

Como hemos dicho antes, para comer un elefante tenemos que ir trozo a trozo. La clave para resolver problemas complejos es diseñando soluciones sucesivas a cada parte del problema. Enfrentarnos a todos los problemas a la vez es casi imposible, mucho más fácil es ir resolviendo las partes del problema más sencillas y accesibles.

Es muy útil establecer hitos a lo largo del camino. Puntos de evaluación para analizar lo que hemos avanzado y poder efectuar las modificaciones precisos para llegar a nuestro objetivo.

TÉCNICA: CORREGIR EL TIRO PROGRESIVAMENTE 

Cada vez que el arquero dispara la flecha a la diana comprueba dónde ha dado, y sucesivamente va haciendo correcciones hasta dar en la diana. No siempre se logra resolver un problema a la primera. En casi todos los procesos de aprendizaje y cambio hay una fase de prueba y error.

A la hora de alcanzar un objetivo, hemos de dividirlo en varias etapas y utilizar cada etapa para revisar cómo estamos haciendo las cosas.

¿Y tú? ¿Qué técnicas utilizas para resolver problemas? ¿tienes algún método o algún «truco» que funciona? ¿Alguna vez tuviste un problema que al final resolviste de forma «estratégica»?

¡Me encantará leer tus ideas! ¡Compártelas dejando abajo un comentario!