Ya nos advertía Sócrates de la importancia de hacer una pausa de vez en cuando para reflexionar sobre cómo estamos viviendo.

Al igual que tenemos que llevar nuestro coche a hacerle la I.T.V. (Inspección Técnica de Vehículos) cada cierto tiempo, también necesitamos hacernos también una I.T.V. personal para observarnos, evaluarnos y analizar cómo va nuestra vida personal.

Y una herramienta extraordinaria para hacer este “auto-análisis” es desde la perspectiva del Eneagrama.

Según el Eneagrama, existen 3 centros en todas las personas: físico-visceral, mental y emocional. Y la clave para estar sano es tener estos 3 centros equilibrados: estar bien físicamente, psicológicamente y emocionalmente.

«Una vida que no se examina no merece ser vivida»
Sócrates

¿Y cómo logramos tener estas 3 áreas de nuestra vida equilibradas? Vamos a verlo:

CUERPO (Centro físico-visceral)

El Centro del Cuerpo representa la supervivencia, a nivel interno y externo.

A nivel interno significa tener bien regulados nuestros instintos de autoconservación: tener una buena nutrición, buena calidad de descanso y óptimo estado físico.

A nivel externo, el centro del cuerpo representa nuestra capacidad de control o adaptación al mundo externo: cómo nos organizamos la vida, cómo es nuestro nivel de iniciativa para que sucedan las cosas y cómo nos disciplinamos para crear un entorno seguro y protector.

MENTE (Centro psicológico)

El Centro de la Mente representa la claridad, en nuestro mundo interno y nuestro mundo externo.

La claridad en nuestro mundo interno significa estar psicológicamente estable, tener buenos pensamientos, controlar el diálogo interno y mantener la mente en silencio para poder estar atento al la vida.

La claridad en nuestro mundo externo supone tener una buena orientación en la vida, saber tomar decisiones, reflexionar con amplitud sobre los problemas de la vida, saber planificar, mantenerse intelectualmente activo aprendiendo constantemente cosas nuevas, vivir de acuerdo a los propios ideales y valores para sentirse seguro ante los desafíos de la vida.

CORAZÓN (Centro emocional)

El Centro del Corazón representa el equilibrio emocional, interna y externamente.

El equilibrio emocional interno significa tener las pasiones bajo control, tener una buena autoestima fundamentada en nuestros valores y no en nuestros estados de ánimo pasajeros, saber quererse y aceptarse tal como se es pero también teniendo cierta ambición positiva para evolucionar y ser mejor persona cada día. También implica que nuestro corazón albergue buenos sentimientos, y nos sintamos agradecidos por la vida.

El equilibrio emocional externo tiene que ver con la calidad de nuestras relaciones con los demás, tanto íntimas, familiares, laborales o sociales: nuestra empatía, inteligencia emocional, capacidad de servicio y contribución, pasar tiempo de calidad compartiendo actividades de ocio, etc.

ESPÍRITU (Centro espiritual)

Podríamos hablar de un 4º centro, que sería el espiritual, o nuestro estado de conciencia. Este centro para cada uno tiene una connotación diferente. El equilibrio espiritual para algunas personas puede estar ligado a la religión y la oración como fuente de fortaleza e inspiración, para otras personas esa fuente de energía proviene de su conexión con la naturaleza, para otros es su pasión con la creatividad artística, y para otros es su contribución a las causas sociales o de ayuda a los demás.

La «I.T.V. Personal» consiste en analizar cómo están nuestros centros vitales. Pero para ello necesitamos dedicar un hueco en nuestra agenda semanal para retirarnos y meditar.

En mi caso he descubierto que mi mejor momento para hacerme la “I.T.V. Personal” son los domingos por la tarde. Me escapo un rato de todo el mundo. Me voy a dar una vuelta al parque o me encierro en mi despacho. Con el tiempo ya lo he convertido en una necesidad vital.

Es impresionante cómo una sola hora de reflexión semanal puede ayudarnos tanto a coger la semana con mucha más claridad, fuerza, paz y motivación. Es un momento para estar sólo con uno mismo, para reflexionar, para respirar, para reencontrarse.

La “I.T.V. Personal” puede hacerse en 3 fases:

1º Nos relajamos.

Para poder pensar con claridad necesitamos estar relajados, así pues, es conveniente dar un paseo por un parque, nos sentamos mirando un paisaje o nos relajamos en un sofá en una habitación en silencio. Lo importante es estar solo, tranquilo, sin pensar, sin rayarnos, sin estar ni preocupado ni alterado.

2º Nos ponemos a reflexionar.

Una vez relajados podemos cerrar los ojos o dejar nuestra mirada perdida en el entorno. Una buena reflexión consiste en valorar en primer lugar lo que hay de positivo en nuestra vida en este momento actual. Valorar lo que estamos haciendo bien y agradecer las cosas buenas que tenemos.

Y lo siguiente es reflexionar cuál es nuestro estado de equilibrio y qué cosas tendríamos que mejorar en los 3 centros: mental, físico y emocional.

Para ello puedes hacerte las siguientes preguntas:

A nivel físico:

– ¿Estoy descansando lo suficiente durante la semana?
– ¿Me acuesto pronto en la cama y me levanto por la mañana lleno de energía?
– ¿Estoy comiendo bien? ¿Estoy tomando demasiado azúcar, café, hidratos?
– ¿Estoy haciendo suficiente deporte durante la semana?
– ¿Estoy llevando buenos hábitos? (de salud, ocio y trabajo)
– ¿Controlo mi vida? ¿Me preocupo en exceso por lo que está fuera de mi área de control?

A nivel Mental:

– ¿Tengo claros mis objetivos semanales?
– ¿Tengo una visión clara de futuro?
– ¿Aprendo cosas nuevas? ¿Me mantengo intelectualmente activo?
– ¿Entreno nuevas habilidades para sentirme más capaz de hacer cosas?
– ¿Tengo mi mente tranquila? ¿Controlo la ansiedad y el estrés?
– ¿Tengo que tomar alguna decisión para dejar de dudar y preocuparme?

A nivel Emocional:

– ¿Soy honesto y congruente conmigo mismo?
– ¿Acepto las críticas constructivas de los demás?
– ¿Estoy abierto al cambio y la mejora?
– ¿Me valoro tal como soy?
– ¿Estoy motivado por ser mejor cada día?
– ¿Cómo es la calidad de mis relaciones en estos momentos?
– ¿Estoy siendo un buen padre, madre, amigo, hermano, hijo…?

3º Planificamos la semana.

En este tercer paso tenemos que abrir nuestra agenda y poner por escrito los objetivos semanales. Se trata de plantearnos qué cambios y qué mejoras vamos a hacer en nuestros hábitos para equilibrar nuestros tres centros: físico, mental y emocional.

Por ejemplo, para mejorar nuestro cuerpo físico podemos proponernos hacer deporte 3 horas repartidas en 3 días de la semana. Yo por ejemplo intento dedicar todos los días de la semana un hueco para hacer deporte: dos días a la semana correr 30 minutos, otros dos días ir a la piscina, y otro día jugar un partido de pádel con los amigos o salir en bicicleta.

Para mejorar nuestro estado psicológico, podemos reducir el estrés con técnicas de meditación o mindfulness. Quizás tengamos que tomar alguna decisión importante para dejar de pensar tanto y pasar a la acción. O quizás tengamos que aprender alguna habilidad nueva: leer un libro o hacer un curso.

Y para mejorar nuestro estado emocional, podemos volver a retomar relaciones, vivir experiencias nuevas, hacer cosas interesantes con la familia o los amigos, salir de las rutinas. O a lo mejor tenemos que tomar la decisión de dejar de envidiar a alguien, superar los celos infundados, y darnos cuenta de cómo nuestros egoísmos nos hacen daño.

La ITV Personal es un concepto divertido, pero increíblemente potente.

Nos ayuda a mantenernos alerta y en un estado de mejora continua.

Tal y como decía Sócrates, la clave para mejorar en la vida es de vez en cuando tomarse un tiempo para pensar y reflexionar sobre cómo estás viviendo, cómo son tus relaciones, tu carrera profesional y qué puedes hacer para mejorar.

Es cierto que hacerse la ITV Personal a uno mismo muchas veces es difícil. Otra manera de hacerse la ITV Personal es acompañando de un amigo con buen sentido común, o de un profesional psicólogo o coach que te ayude a tomarte un tiempo para reflexionar y ver las cosas que te suceden desde otras perspectivas, de manera que puedas actuar de manera diferente y tener resultados diferentes.

Biografía:
Este artículo lo he escrito inspirándome en el Eneagrama y los libros de Stephen R. Covey: «Los 7 hábitos de la Gente Altamente Efectiva» y el «8º Hábito». Y por cierto, en el año 2004 pude conocer a Stephen R. Covey personalmente y me pareció  un gran hombre.