La negación como mecanismo de defensa
¿Qué es la negación?
La negación es uno de los mecanismos de defensa que nos sirven para gestionar las emociones, disminuir el malestar o librarnos del peligro. Es una vía de escape que utiliza nuestra mente cuando nos exponemos a situaciones que nos generan miedo, estrés, angustia o inseguridad.
Este mecanismo de defensa se caracteriza por rechazar la existencia de aquellos conflictos o realidades complicadas que nos afectan. Cuando una persona utiliza la negación, no es capaz de reconocer ningún aspecto doloroso de la realidad externa o la experiencia subjetiva a la que se está enfrentando, y que para los demás resulta algo evidente.
Causas de la negación
La causa principal por el que surge está estrategia es el gran malestar que nos produciría aceptar dicha situación que negamos, puesto que llevaría consigo la reconstrucción de una parte de nosotros.
Otras causas secundarias pueden ser los conflictos emocionales, los pensamientos dolorosos, el estrés, la ansiedad, las situaciones que amenazan nuestra sensación de control, los sentimientos de vulnerabilidad, la información que percibimos como amenazante, las adicciones, los trastornos de alimentación, los problemas financieros y los conflictos en las relaciones.
Ejemplos de situaciones de negación
- La más común de todas es el duelo tras la perdida de un ser querido. El duelo se compone de varias fases, siendo la negación normalmente la primera de ellas.
- También lo podemos encontrar en problemas psicológicos como la ansiedad o la depresión.
- Situaciones cotidianas y en las diferentes áreas vitales, como en relaciones de pareja, por ejemplo ante una infidelidad; situaciones laborales, por ejemplo, mediante la búsqueda de invalidación de argumentos que confirman que hemos cometido errores.
Cómo afrontar la negación
Si bien, aunque la negación es una fase natural que tenemos ante los acontecimientos negativos, debemos tomar consciencia de esta situación para poder avanzar en nuestro día a día. Para ello, se pueden tener en cuenta varias estrategias:
- Analizar y cuestionar tus temores y miedos a lo que no te quieres enfrentar.
- Tratar de identificar las creencias irracionales acerca de tu situación que te están limitando.
- Pensar acerca de las posibles consecuencias negativas debido a no tomar acción frente a aquello que estás ignorando.
- Expresar tus miedos y emociones más difíciles, ya sea en un diario, en un grupo de apoyo o conversando con un amigo cercano o ser querido.
- Si crees que necesitas un empujón, busca ayuda profesional.
