El exceso de optimismo nos hace tomar malas decisiones.
¿Por qué? Porque la confianza desmedida crea apatía.
Cuando una persona se confía demasiado se vuelve perezosa a la hora de anticiparse a los problemas. Este síndrome del “optimismo negligente” crea una especie de anestesia mental «todo irá bien» que impide pensar con perspectiva.
Además, esta confianza desmedida u optimismo negligente se combina con la mágica creencia de «esto no me pasará a mi»
Javier lleva fumando 10 años, sabe que fumar es perjudicial para la salud, pero como es joven y todavía su cuerpo lo soporta bien, sigue fumando. Su optimismo le hace pensar que el tabaco no es tan malo, que cree que lo controla, y piensa: – «El cáncer y esos problemas del tabaco no me va a pasar a mí».
Jaime tiene 15 años, siempre suspende sus exámenes en las primeras convocatorias y acaba teniendo que ir a las recuperaciones. Parece que su optimismo no tiene límites y no aprende la lección. Sólo le entran las prisas para estudiar en las recuperaciones, cuando ve las orejas al lobo. Se compensa pensando: – «Soy inteligente y sé que cuando me pongo a estudiar lo saco, sólo que necesito un poco de presión para motivarme…»
Antonio, empresario de 45 años del sector del transporte. Antonio es un buen trabajador, muy perseverante y según sus amigos «una buena persona». Sin embargo, a Antonio le cuesta prever el futuro, y eso le lleva a pecar por exceso de confianza, costándole mucho dinero. Una vez se le quemó el almacén y no lo tenía asegurado. – «Siempre pensé que este tipo de incendios no se podían producir en mi almacén, por lo que no necesitaba seguro».
«La confianza desmedida crea apatía»
Para superar esta incapacidad de previsión del futuro existe una técnica extraordinaria:
La técnica del cómo empeorar, o también llamado análisis «pre-mortem» o revisión retrospectiva.
Según los investigadores de la Mental Research Institute de Palo Alto, California, Paul Waztlawicz, Giorgio Nardone…*, la técnica del cómo empeorar consiste en imaginar los peores escenarios posibles para preveerlos de antemano y prepararnos para superarlos.
1. Ante un problema que tenemos que resolver, pregúntate: cómo podría agravarse el problema en vez de resolverlo. «- Si quisiera empeorar la situación en vez de mejorarla, ¿cómo lo haría?» e intenta enumerar todas los peores escenarios posibles.
Cada uno de los escenarios se tiene que describir de tal modo que se perciban con claridad los métodos que llevados a la práctica podrían agravar el problema en vez de resolverlo.
2. Ante una situación que está bien pero queremos mejorar, en vez de pensar en cómo mejorarla podríamos pensar en cómo empeorarla. «- ¿Cuáles son las acciones y estrategias que, si se adoptaran, provocarían un fracaso seguro de mi proyecto?»
Aunque parezca paradójico, cuando forzamos nuestra mente a visualizar los peores escenarios y soluciones fracasadas, se crea un contraste que nos lleva a descubrir espontáneamente soluciones alternativas.
3. A la hora de tomar una decisión, podemos utilizar el método de la PREVISIÓN RETROSPECTIVA, investigado por J. Edward Russo y Paul J. H Schoemaker, que consiste en viajar al futuro y ver en retrospectiva lo que ha sucedido.
«Estamos en 2020 y te han echado de tu empresa, piensa en todas las razones por las que esto podría haber pasado»
Según Russo y Schoemaker, cuando nos situamos en el futuro nos es más fácil retroceder en nuestra imaginación y pensar qué es lo que ha podido producir un acontecimiento.
4. A la hora de hacer una planificación, podemos utilizar el método «PRE-MORTEM» que denominó el psicólogo Gary Klein inspirándose en las investigaciones de J. Edward Russo y Paul J. H Schoemaker sobre el método de previsión retrospectiva. Dan y Cheap Heath lo explican de esta manera:
Un análisis post-mórtem empieza después de la muerte de un proyecto y se pregunta: ¿Cuál ha sido la causa?. Por el contrario, un análisis pre-mortem imagina la «muerte» futura de un proyecto y pregunta: ¿Qué lo ha matado?
Por ejemplo, un equipo de ejecutivos de una empresa de construcción puede plantearse un análisis pre-mortem para visualizar las consecuencias de una inversión inmobiliaria. «Vamos a ver, han pasado dos años desde hoy y nuestro proyecto ha sido un desastre total. Nos ha salido fatal. ¿Por qué ha fracasado?»
En resumen: aunque parezca paradójico, las personas «optimistas inteligentes» hacen uso de esta forma de pensar «pesimista» para tomar mejores decisiones, prever los problemas y anticipar las posibles soluciones.
La técnica «cómo empeorar»
«Previsión Retrospectiva»
«Análisis Pre-Mortem»
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